EL SISTEMA PRIVADO DE PENSIONES, ME HACE BIEN Y ME HACE MAL.

Publicado en por PERCY ZUTA

En el año 98, mi horario era totalitario a las clases de las universidad, pues en mi casa de estudios, la actividad deportiva y concentración de clases era mi desayuno almuerzo y cena, las clases eran cada vez más complicadas, algo que me hacían recordar que era ECONOMIA lo que estaba estudiando y que los números se acoplaban cada vez más al inconsciente para darle sentido a mi futuro profesional.

Una tarde de aquel año, el alboroto por salir a la puerta de la ciudad universitaria fue noticia. Todos corrian como si se diera el peor sismo, algo que también lo hice y no era para menos, un grupo de chicas habían tomado por asalto la puerta principal, prodigiosas por donde se las vea, pues estaban regalando besitos a cuanto alumno ingresaba y salía de la universidad. Motivo por el cual no tenia porque ser yo la excepción de no unirme a casi la totalidad de alumnos que cambiaron su rutuna de ingreso por una sola puerta, para tan solo ver a estas guapisimas  chicas de 1.70 mts, ojos claros de curvas llamativas, vistiendo un conjunto muy pegado de una marca novedosa pero también llamativa para la época de nombre “AFP INTEGRA”.

Un método que el sistema privado de pensiones (SPP), aplicó a ingenuos estudiantes quienes vieron en nosotros, fijos aportantes cuando nos tocara ingresar al mercado laboral. Un toma todo, un polo y un beso de las anfitrionas era el premio a cambio de estampar tu firma en el padrón de esta empresa privada. El 90% veíamos con entusiasmo este sistema que marcaria la diferencia por el simple hecho que nos hacían sentir importantes y que nos anunciaban que pronto estaríamos en el tan ansiado mercado laboral que por ese entonces estábamos en  un 47% de desempleo en el Perú.

El Sistema Privado de Pensiones cambiaría la visión de una persona que iniciaba su vida laboral. En mi caso, no pasaron ni 6 meses de aquel entonces para empezar a trabajar aún siendo estudiante. Pero lamentablemente por mi tipo de contrato no contemplaba mi derecho a beneficios y es que este sistema aplicaba a quienes eran contratados de manera formal. Cuando una persona entra a la PEA (población económicamente activa), pues se debe tomar una de las decisiones que lo acompañará por el resto de su vida: optar por aportar al Sistema Privado de Pensiones (SPP) o al Sistema Nacional de Pensiones (SNP). Algo que en el momento de repartición de besitos no nos informaron,  por lo que recién cuando entré a laborar en la ONP por medio de una prestadora de servicios lo pude entender a la perfección.

La idea de política previsional de inicio de los noventa, era ampliar la cobertura de pensiones en el Perú. Ante ello, el modelo que se aplicaba en Chile surgió como solución. Es así que se decidió optar por crear el Sistema Privado de Pensiones (SPP) y con él nacieron las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que marcaban diferencias con  la Oficina de Normalizacion Previsional (ONP). La primera es que los fondos dejaron de ir a una “bolsa común” como es en el sistema público y se pasó a cuentas individuales donde cada aportante sería dueño de su fondo.

Aportar a la ONP, implicaba aportar 25 años de trabajo o cumplir 65 años de edad en el caso de varones y 60 años en el caso de las mujeres. A diferencia con las las AFP´s es que éstas, impulsaban un sistema en que una persona solo debía demostrar aportes por 20 años como mínimo para obtener una pensión, por tener cuentas individuales. Las pensiones se calculan en base a lo aportado por el trabajador, en ganar rentabilidad para los fondos controlados a través de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS). Con ello los trabajadores incrementarían el monto de sus fondos y recibirían una pensión razonable.

Entre 1993 y 1995, fueron ocho las AFP las que competían en el mercado peruano buscando captar afiliados de cualquier manera como lo hicieron conmigo en 1,998, que sumando ya éramos algo de Un millón cien mil posibles aportantes, incluyendo los incentivos que dio el gobierno de Alberto Fujimori para que quienes aportaban a la ONP pasen su dinero a la AFP vía el ya famoso “bono de reconocimiento”. Hecho que hizo que hoy por hoy tengamos como resultado a más de cinco millones de peruanos afiliados a alguna AFP, pero que solo la mitad de estos, aportan con regularidad; justamente por los trabajos temporales que tenemos en todo este tiempo.

Si a nosotros los aportantes lo único que nos importa es nuestra rentabilidad para una jubilación tranquila, la pregunta sería: ¿Qué es, lo que le importa al estado?. Es mas claro entender, que el deseo de todo gobierno es que todos los trabajadores de nuestro país estemos afiliados al Sistema Privado de Pensiones. Pues como las AFP´s  invierten nuestro fondos, es decir parte de nuestro dinero son invertidos en acciones, depósitos bancarios y bonos soberanos, este último del estado, canalizado por medio del gran loobie (Superintendencia de Banca y Seguros) la inversión a favor del estado asciende al 15% de uso del fondo, es decir unos 30,000 millones de dólares americanos, que supera fácilmente nuestra deuda externa en el País. Resumiendo a mi parecer, a pesar que el estado administra fondos pensionables por medio del Sistema Nacional de Pensiones (SNP), al mismo tiempo es un dolor de cabeza administrarlos y si por el gobierno fuera, lo desaparecería en su totalidad.

Analizando diríamos que; pensaron en el beneficio de las empresas chilenas y en la rentabilidad del estado, pero no pensaron en el ciudadano común y corriente. Pagamos la tasa más alta de la región, los fondos se pierden si el titular fallece, se tendría que esperar 65 años para devolver las aportaciones sin importar si este tiene una enfermedad terminal y algo que ha sido cuestionado por todos en estos últimos días es lo obligatoriedad de afiliados a las AFP´s, a pagar un seguro ya sea de sobrevivencia, de vida y otro tipo de comisiones que suman al 10% de nuestras aportaciones cuando estas, deberían ser voluntarias.

Se acercan las elecciones y todos los candidatos o al menos en su mayoría comenzaron a mostrar sus propuestas, plagiadas o no entre candidatos es lo de menos para ellos, lo que les  importa es atraer votantes, cuando el verdadero plagio y algo muy lamentable es copiar ofrecimientos pasados de varios gobiernos que nunca pudieron cumplir y lo más lamentable es que nosotros como votantes seguimos creyendo: Creación de millones de empleos, bajar los indicadores de pobreza, subir los sueldos etc. Ofrecimientos que se han hecho frases célebres cada 5 años. Somos únicos en el mundo que seguimos con propuestas populistas que en ningún lugar ya se escuchan, más bien los demás países se sorprenden con el nuestro porque somos de los pocos que mostramos un gran amor por las ideas muertas.

Ningun candidato quiere abordar el tema sobre nuestro sistema de pensiones y menos el futuro de la ONP. Lo único que hacen es dar con palo al Sistema Privado de Pensiones, pero sin propuestas para mejorarlas. A mi parecer creo que ningún candidato en estas elecciones no la tiene clara, que cualquiera que gane, al culminar su gobierno celebrará el bicentenario de nuestra independencia, fecha que es importante para el cumplimiento de objetivos, pero al paso que vamos, dudo que se concreten.

Las propuestas que sugiero y comparto es:

  •  tengamos un sueldo de jubilación digna en nuestro país, que no nos engañen que la retención de las AFP´s es de 12.92% cuando en realidad solo es del 10%.
  • Que los cálculos en nuestras aportaciones que incluyen la inflación del país se cambie, entiendan que no es la misma de hace 20 años que teníamos hasta el 139%, hoy es prácticamente 0%.
  • Que nuestros fondos utilizados en invertir, no solo sean beneficiosos a las AFP´s y comprando bonos soberanos al estado lo tapen la boca para no ser controlados.
  • Que las comisiones sean justas y voluntarias, y que todas las AFP´s no tienen porque ser iguales en aplicar sus clausulas en contra de los aportantes cuando estas, deberían ser distintas para que un trabajador tenga opciones de elegir cual le conviene.
  • Por qué? si al estado le interesa tanto disminuir la pobreza o el nivel de empleo, este no subsidia y crea cuentas individuales a todos los peruanos a partir de los 15 o 16 años y que por cada uno de ellos el estado deposite un porcentaje hasta que el ciudadano cumpla los 20 años. Es decir darle una viada al ciudadano para que a partir de esos años comience a aportar. Comparto la idea en que solo así, llegaríamos a los 65 años con la aportación necesaria para una jubilación digna, de lo contrario nos pasará siempre lo mismo, tener 25 o 30 años de edad y no tener ni un año de aportación por la carencia de empleo y más aún, llegaremos a los 65 años sin haber generado un bolsón que me permita vivir dignamente.

Démosle importancia a nuestro futuro, que no es un juego. Siempre digo en mis clases: Hoy los jubilados tienen asegurado su vejez porque hay bastante población joven que aporta al sistema de pensiones y esto se debe a que antes los papás tenían de 6 hasta 12 hijos por familia, hoy solo son de 1 a 3 hijos por familia. Por lo que nuestra vejez está en peligro si no se corrige esto… mientras tanto casos como yo, estamos con mora, así que;  empecemos  a regularizar nuestro número de hijos si es que vemos que el estado, no le presta interés a nuestra jubilación.

Un aprendiz de 80 años.

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